15 de octubre, 2018
Suena JazzMatazz y, como casi todos los años, después de la correspondiente tarta me han dejado un rato de soledad para poder escribir estas lineas.
Así que aquí estamos, a ritmo de jazz-rap, estrenando la rama 4.0, 101000, 0x28 hex, 1.261.440.000 segundos más viejo, con más solera, que suena mejor. Porque además de estrenar rama estreno gafas, unas builtin muy especiales con las que, si todo va bien, me tocará convivir mucho tiempo, todo el tiempo.
No puedo pasar revista a estos últimos 365 días sin ponerme muy triste por los que se han ido, seguro que están en algún sitio apoyándonos en todos nuestros errores y alegrándose en los buenos momentos. Lo sé.
Laboralmente esta última parte de año ha sido extraña, con unas enormes "vacaciones" más largas de lo deseado, lejos de los teclados en general. Con mucho tiempo de ocio y de pensar (y lo segundo no es necesariamente recomendable). En el plano ociopersonal hemos retomado el Cowlab, he cambiado s/BJJ/GYM/gc y de lo que estoy realmente orgulloso es que nos hemos juntado toda la familia para hacer pan, entre muchas otras cosas que seguro me dejo en el tintero.
Y en lo estrictamentepersonal los herederos siguen creciendo, llenándome física y sentimentalmente cada vez más. He estado un mes out por la intervención de cataratas (de ahí las largas vacaciones) y no me ha faltado de nada. No puedo sentirme más afortunado. Gracias. A todos.
Así que me voy a tomar algo con esa chica que tiene la cruz de soportarme todos los días y a seguir subiendo la cuerda de la vida, que cada día se pone más pendiente.
Y permitidme que la última palabra de esta entrada sea la que debe ser. Gracias.