Quiero una bicicleta
Recuerdo que siendo pequeño, un día mi padrino me dijo "te voy a regalar una bicicleta". Me llevó a - creo - la única tienda de bicicletas de la ciudad y salí de allí siendo el nieto más felíz del mundo. Una bicicleta BH roja, para mi era la mejor bici del mundo. Todavía la conservo.
Tiempo más tarde fue mi padre el que me compró mi segunda bicicleta, una "de mayores", con cambio y todo eso. Y sin duda fue la que más pude desgastar. Probablemente por el tramo de edad que me tocó vivir en ella y por las excursiones por la "comarca". Y cuando me cansé de ella la pintamos, la repintamos todas las veces que hizo falta, y tiró otros añitos. Todavía la conservo.
Después de esa bici llegó una tercera. Solíamos salir de vez en cuando mi padre y yo a hacer etapas algún fin de semana que otro, a nuestro ritmo totalmente amateur; así que nos compramos dos bicis iguales en unos grandes almacenes. Y esa es mi bicicleta "actual", aunque ya me queda algo pequeña, pero todavía la conservo.
Este otoño cuando vinieron Sascha y Javier a la QueimadaSprint, Borja les prestó unas bicicletas (Borja es muy de bicicletas) y la verdad es que era envidiable verles. Ya desde entonces me lleva dando vueltas la cabeza a comprar la que sería (si la memoria no me falla) la cuarta bicicleta.
Incluso lo había hablado con Marcos (a Marcos tenemos que hacerlo muy de bicicletas), que también quería una, para ir a comprarlas juntos, cargarlas en el Pathfinder y estrenarlas con buen tiempo y mejor compañía.
Hoy se me ha vuelto a pasar por la cabeza, aunque el tiempo no acompañe demasiado en invierno, me gustaría compatibilizarla con la moto, subir a trabajar en bici, o pasear de nuevo los fines de semana con mi padre, o salir a dar una vuelta cuando los peques sepan andar en triciclo, o ir a quemar calorías de vez en cuando.
Definitivamente creo que sigo teniendo, cada día más, ganas de una bici, todavía las conservo.