Mi primer ordenador
Hace algunos años, cuando mi amigo Rubén (un saludo, hace tiempo que no nos vemos) hizo la primera comunión su tío le regaló un MSX. Recuerdo que antes de salir para la iglesia lo encendimos y probamos un par de juegos en la magnífica unidad de casette. Lejos de imaginar las posibilidades de un ordenador, en aquél momento se apoderó de mi la primera y única ley de todo gran caprichoso: sentir la necesidad de tener uno.Después de un par de años intentando convencer a mis padres que mi edad era apta para matar marcianos con un 'palo digital', a los 11 decidieron regalar el que sería mi primer ordenador. Un mediodía como otro cualquiera volvía del colegio, bajé del autobús en la esquina y al cruzar la calle ví sospechosamente a mis padres y los dueños de la tienda contigua a mi portal charlando amistosamente. Algo se estaba cocía a mis espaldas. Subiendo a casa, cada uno de los 78 peldaños se hacía interminable... esa sonrisa en su cara, su mirada hacia mi habitación... ¡Allí estaba!. ¡Mi primer ordenador!. Era un EuroPC, con 4 tonos diferentes de fosforito naranja, todo se concentraba en el teclado, ¡disquetera de las nuevas!, vaya... mejor de lo que podría haber imaginado nunca.

Todavía me emociono al recordarlo, un Schneider EuroPC de los que anunciaban por la TV, me gustaría comentar con más detalle las características técnicas de dicha máquina:
- CPU: Intel 8088
- Tamaño de palabra: 16 bits
- Velocidad de reloj: máximo de 9,54Mhz, configurable en BIOS (4,77 o 7,11Mhz.)
- ROM: 32Kb.
- RAM: 512Kb.
- Teclado: QWERTY de 98 teclas
- Puertos: Serie, paralelo, salida de monitor y un puerto ISA de expansión
- Vídeo: Tarjeta CGA, Hércules compatible
- Almacenamiento: Disquetera 3" 1/2 doble densidad (1,44Mb.)
¿Qué ha sido de aquel brillante ordenador?. Olvidado en un desván, lleno de polvo y esperando a que su dueño tenga un día ocioso con ganas de recordar viejos tiempos.
La cruda realidad del paso de los años, nadie se escapa.